En la playa, ahí lo amé, en un día triste y color gris.
Hoy ya no le sigo el paso.
Pero te engañaría si te digo que no lo extraño, no, no lo amo, no.
CLARO y es por eso que vuelvo a esa playa cada mes.
Todas esas veces.
Feliz de estar a tu lado, victima de un sexo exagerado, sonriendo mirando el techo con tu cabeza en mi pecho.
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