Tus ojos tan sumantes, tu fragancia.
Algo quedó pendiente aquella vez, algo que no se explica con palabras.
No conocí otro hombre con esa diáfana mirada y esa piel.
Algo quedó pendiente, ya no se, déjame que te vea, qué muchacho.
Y me marché, y te soñé y te pensé.
TU SONRISA INOLVIDABLE ME HARIA TANTO BIEN.-
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