LAWYER.

-Es imposible, dijo el orgullo.
-Es arriesgado, dijo la experiencia.
-No tiene sentido, dijo la razón.
-Inténtalo, susurró el corazón.

Y algo así pasaba por mi cabeza, y lo decidí nene, me tiré. Tal vez no funciono, y tal vez ibamos por caminos distintos, aunque me dijeras que los caminos nunca son distintos.
Asumir el riesgo siempre tiene consecuencias, decir lo que te pasa, lo que sentís y que a lo otro no le pase no es malo en realidad, ni decepcionante, ni para desilusionarse, todo lo contrario, porque ahora en vez de tener una duda, tenés una afirmación, una seguridad.
El problema no es ese, sino el después, el problema fue, es (y quisiera no sea más) como cambiaron las cosas, va ¿cambiaron? yo siento que sí, ¿vos? No sé. Pero si sé que el trato es distinto, que conozco a una persona con la que tenía charlas profundas, preciosas, y que de repente no, no las tengo más.
Eso si es un problema, eso si jode y molesta, sentir que perdiste algo, que tenías algo que era PARTICULAR y de repente no está más.
Entonces me pregunto yo ahora ¿sera posible recuperarlo? Quiero recuperarlo. ¿Querés recuperarlo?
En fin, son ya demasiadas preguntas, y parezco un hurucan, puede ser que este ansiosa, pero quiero saber, y en vez de armar conjeturas y suponer prefiero ir a la fuente, a vos, que me digas vos.
Si tenés ganas que me contestes esto, que tampoco es contestar porque no te estoy haciendo un cuestionario, es simplemente saber y a vos qué te pasa, y vos qué sentís.